Pero yo me comí la cabeza pensando esa zorra me lo quería quitar... Me enfadé bastante aunque no le dije nada a él. Llamé a mi amigo Paco para desahogarme y contarle todo lo que yo creía que había pasado, me imaginaba con más cuernos que una manada de ciervos. Paco me dijo que me tranquilizara que seguro que no era tan grave, que hablara con mi novio y seguro que quedaba todo aclarado porque él lo conocía y sabía que no era tan cabrón
Pero yo seguía en mis trece y como me sentía traicionada solo pensaba en devolverle la jugada a mi novio y como tenía a Paco cerca le propuse que nos acostamos para igualar lo que suponía que había estado haciendo mi novio. Paco me dijo que estaba loca qué mejor me asegurara de lo que había pasado y luego ya que hiciera lo que quisiera.
Me extrañe un poco porque sabía que antes le había resultado bastante atractiva, puede que sea muy chula porque llegué a pensar que Paco al principio me había rechazado por qué yo soy mucha mujer para él, jejeje
Al final cayó, cuatro días después yo aún no había hablado de lo que había visto con mi novio y seguía mosqueada con la idea de poner los cuernos a mi chico. Volví a hablar con Paco del tema y le dije que cada vez veía más claro que mi novio me había estado engañando, creo que en realidad me apetecía jugar con mi amigo a ser infiel por si acaso.
Quedamos dos días después completamente decididos a follar y desfogar entre amigos para quitarnos presiones y fuimos a su casa porque esa mañana iba a estar solo, era raro hacerlo con un amigo con este amigo, pero nos dejamos llevar como si no nos conociéramos, nos pusimos a tocarnos me encantó como pellizcaba mis pechos y besaba mi cuello, nos desnudamos rápido y me dio por reír porque Paco era un auténtico pulpo que no dejaba de tocar todo mi cuerpo, yo me dejaba hacer hasta que vi que su pija empezaba a crecer y le hice una paja , me arrodillé y espere hasta que se corrió en mi cara para relamer lo que mi lengua alcanzó a chupar.
Le hizo gracia y me pidió comer mi concha, me la comió y me vine en su cara en su boca, después tocaba coger y cómo estábamos muy ilusionados los dos y muy cachondos aunque no teníamos muy claro como empezar yo me puse en cuatro y no tardo nada en empezar a bombear, primero por la concha y luego por el culo con mucha delicadeza, el paco estaba flipando y se vino en mis dos agujeritos.
Yo en ningún momento pensé que estaba haciendo mal siendo infiel a mi chico y para terminar porque me estaba sabiendo a poco, puse a Paco boca arriba tumbado y me senté a horcajadas encima de él, para cabalgarlo, él puso sus manos en mis nalgas primero y luego agarró mis tetas jugando con sus dedos pulgares y mis pezones duros, era increíble ver la cara de ilusión y felicidad que tenía. Me vine lo abrace muy fuerte y le di las gracias por lo que me había ayudado.
Luego me enteré de que mi chico no me había sido infiel pero no me sentí mal por haberle puesto los cuernos. Había sido solo un juego.
