Continúe hablando con mi amiga casi a diario y con la esperanza menos por mi parte de volver a echar un buen polvo con ella .
Por cosas de trabajo e historias raras no habíamos podido volver a quedar ni para una cerveza y digamos que mi polla estaba impaciente por volver a visitar su cueva, no tenía ni idea de si ella también tendría ganas de intercambiar fluidos conmigo otra vez y no quería ser muy pesado en lo de volver a quedar por si ella pensaba solo que quería follar y adiós.
Habían pasado doce días desde la última vez que nos habíamos visto y esa mañana me sorprendió un WhatsApp suyo que decía:
Creo que nos dejamos algo a medias el otro día en el baño!!! Y no sé a ti pero a mí no me gusta dejar las cosas a medio hacer
Ala yo evitando ser demasiado directo y ahora ella me venía con esto, que por supuesto qué me gustaba
Le di un tiempo de espera para contestar a su WhatsApp porque no quería parecer desesperado, le contesté que cuando ella quisiera podíamos volver a quedar
Elegimos un viernes por la tarde que tanto ella como yo teníamos libre, volvió a venir sin sujetador y unos vaqueros ajustados,le gustaba lucirse
Yo le dije que si es que quería alargar mi penitencia y me dijo que podía ser el premio que yo debía pagar por luego lo que vendría
Le dije que aunque me daba mucho morbo volver a intentarlo en los baños, prefería hacer lo que fuéramos a hacer relajados
Me dijo que no tuviese prisa que luego iríamos a su casa
Quería ponerme cachondo lo estaba consiguiendo cada vez que se inclinaba para coger su taza de café y beber dejando traslucir sus pezones
Ella miraba mi entrepierna para ver si había algún cambio o engrosamiento por la zona, le había gustado ver lo que me provocaba ese nivel día así
Todo llega en la vida y mi polla creció una vez más, se notaba perfectamente bajo mi pantalón cuando fuimos a pagar, vi que me dedicaban algunas miradas de indignación o de admiración varias personas que estaban allí , salimos del café y fuimos directos a su casa en su coche
Ella conducía y jugaba equivocarse con la palanca de cambios porque a veces lo que hacía era jugar a agarrar era mi polla qué seguía gorda. Llegamos a su casa dejo bien claro allí mandaba ella yo era solo un invitado
No supe bien como interpretar eso tampoco lo valore demasiado, estaba claro a lo que íbamos no me apetecía pensar nada más.
Me dijo que tuviese cuidado de no molestar ah no gato qué era el macho de su casa.
Parecía un poco raro todo allí y debía tener cara rara yo porque usted puso a reír y me dijo que estuviese tranquilo que lo íbamos a pasar muy bien
No me había mentido con lo del gato, pero era animal tranquilo después de olerme un poco yo rascarle detrás de la cabeza, volvió a su cama y se puso a ronronear
Cuando me di cuenta ya se estaban quitando el pantalón qué tan bien se venía a su cuerpo, yo me di prisa para hacer lo mismo que ella y aunque mi erección ya había bajado un poco, seguía estando media hasta
Nos ayudamos a desnudarnos del todo de besos y lametones nos entregamos a la pasión, siendo siempre ella la que decidía que haríamos, no teníamos prisa por nada y después de un par de polvos, decidimos merendar para reponer fuerzas.
Estuvimos alternando comidas sexuales y alimenticias, decía que no me preocupase por las sábanas porque de todas formas había que lavarlas.
Nos saciamos bien en todos los sentidos y además