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lunes, 8 de mayo de 2023

cuernitos

Alguna vez habéis tenido la sensación de que os son infieles? Creo que la única que ha tenido esa sensación alguna vez, en mi caso se convirtió en algo normal pero yo no quería verlo me inventaba mil excusas para justificar cualquier comportamiento"raro" de mi pareja, desde que probablemente había ido a ayudar a un amigo con su trabajo, qué había ido a buscar algún regalo para mí que lamentablemente a pesar de recorrer mil tiendas no acababa encontrando, qué había tenido que ir a visitar a su tía Carmen por qué había estado enferma, yo sabía que su tía Carmen había muerto cinco años antes. En fin un montón de embustes qué yo no quería ver supongo que por qué me había acostumbrado a ser una esposa que con poder decir que tenía marido, con un poquito de sexo, pues yo ya no quiero demasiado, con pasear cogida de su brazo y poco más me valía.

Pero llegó el día que cansada de sus aventurillas de oler su camisa con perfume de mujer de ver sus cuellos con restos de carmín y por último encontrarme un pendiente de mujer en su coche, decidí que yo también podía jugar a eso y como el que se fijaba en chicas jóvenes, yo tengo cuarenta y ocho años, me apunté al gimnasio, algo que sorprendió a mi esposo pero yo le dije que era para que mis carnés volvieran a su sitio y estar más guapa para él.

Fui recorriendo varias especialidades: Zumba spinning kizomba musculación... y al final me quedé con yoga por la elasticidad que tenía el instructor que yo quería que me ayudara a practicarla.

El chico tenía veintiocho años y como es normal en un deportista tenía el cuerpo súper definido y una sonrisa eterna y brillante además de ser especialmente amable y educado. No estaba casado aunque tenía pareja, eso que llaman pareja de hecho que es como estar casado sin casarte oh yo que sé. El caso es que no creían ninguno de los dos en la posesión, vamos que nadie es de nadie que es de todos todo...  Cómo los hippies follar todos con todos sexo libre.

Hasta la fecha yo no había creído en esas cosas pero como ahora me podía venir bien pues cambie de opinión y mete abierta. Un día en clase al terminar dije que me había dado un tirón y como el chico también era sitio pero pregúntale pedí ayuda para poder levantarme. Obviamente el chico no era tonto y la vía diferencia un tirón real de un tirón pantomima, pero mientras me daba unos masajes para calmar mi tirón, me puse a hablar con él sobre que pensaba el de los cuernos terapéuticos

Dejo el masaje que me estaba dándo me miró y dijo que quería decir, le expliqué un poco mi situación y le solté que había pensado en el para llevar a cabo mi pequeña venganza. Poco sorprendido me dijo que a él no le supone día problema es pareja quizás también quisiera tomar parte, qué tendría que consultarlo con ella por si quería unirse también.

Pasar las semanas y el yoga según me marido me sentaba muy bien tanto físicamente como mentalmente porque decía que estaba mucho más calmada, así que no le molesto nada que le dijera que el próximo fin de semana íbamos a hacer un retiro en el que aparte de yoga también íbamos a equilibrar nuestro aparato digestivo.

Empezamos el viernes por la tarde nos presentamos todos y se asignaron los dormitorios, qué fatalidad que me tocó el profe de acompañante, ji ji ji ji
Estando solos en el bungalow que nos había tocado, nos pusimos a hablar de lo que yo le había comentado antes de cuernos terapéuticos,... De qué estaba cansada de hacerlo siempre igual con mi marido... de dijo que era una pena que no esta tarde verdad del sexo que no era solo mete saca que era algo más espiritual, me habló del sexo tántrico...

A mí se me caía la baba de verlo tan adorable tan culto tan perfecto. Hasta preparo la habitación con pétalos de rosa por el suelo aceites olorosos que decían que eran excitantes varilla de sándalo para relajarnos.

Me preguntó que si de verdad quería eso de los cuernos terapéuticos, le dije que sí que iba a ser una terapia muy buena para mí para revelarme contra los cuernos que mi marido me había puesto ya, sonrío y fuimos a la ducha donde poco a poco fue desnudandome y cubriendo de besos cada centímetro de piel que me iba quedando desnudo decía que para mitigar el dolor que cada poro de mi piel había sentido con los cuernos de mi marido. Cuando estaban completamente desnuda se desnudo el al contrario que yo no sé veía nada excitado todavía. Salimos de la ducha y mientras nos secabamos mutuamente empecé a ver cómo su pene empezaba a crecer, solo era un poquito mayor que el de mi esposo pero cómo eso de andar con otro era nuevo para mí, me excito mucho la situación de hacer algo que hasta ahora había estado prohibido para mí

La situación prometía muchísimo, hacerlo con un fisioterapeuta que conoce a la perfección el cuerpo humano y como tocarlo y además practicaba sexo tántrico. Me preguntó cómo me gustaba hacerlo dije que no solíamos pasar del misionero de A4 patas o de lado. Hizo un gesto un poco raro y me dijo que hoy íbamos a cambiar un poco
Se puso a estimularme por todo el cuerpo con sus manos dedos largos y fuertes hasta sacarme dos orgasmos para luego dejar paso a su lengua y sus labios fuertes qué volvieron a conseguir otro orgasmo cuando sí se acercaba a y mi vagina

No podía sentir más placer estaba haciendo algo inimaginable hasta ahora para mí el sexo propiamente dicho de mete y saca fue aún más espectacular porque con lo del sexo tántrico como no se corría me hacía inverosímil que un tío estuviera dos horas seguidas dándole al tema sin cansarse y sin un derramar su leche.

Me enseñó muchas posturas nuevas muy cómodas para mí y además dijo cómo hacer las posturas a las que yo estaba acostumbrada, de forma más cómoda... , Vamos un chollo de tío además de pensar en mí me dio mejor sexo que me marido desde que habíamos casado.

Mi vajina no estaba acostumbrada tanto movimiento y después de más de 2 horas le pedí que parasemos, le di las gracias por lo que me había regalado y cómo premio le hice una mamada para que se corriera en mi boca.

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