Pan de cada día

 Como cada día desde hace años fui a comprar el pan la tienda de siempre, un pequeño colmado en el que tienen de casi todo y mejor pan de la zona

La tienda la llevaba una familia formada por una abuela una madre y dos niños de seis y siete años, el padre había fallecido dos años atrás en un accidente de coche

La madre de cuarenta y nueve años se conservaba muy bien, no le habían faltado pretendientes desde la muerte de su marido pero ella decía que no quería meter a otro hombre en casa hasta que sus dos hijos no fueran mayores, ella decía que con la muerte de su marido se le había cerrado la concha para por lo menos 10 años

Fui a por el pan relativamente tarde porque hasta la hora de comer no hacía falta.

Como nos conocíamos bastante siempre estábamos un rato hablando comentando noticias y sucesos, toco hablar de la boda de mi primo y fue inevitable hablar sobre si yo tenía pensamientos de casarme también, le dije que no era momento de hablar de eso por qué mi chica y yo habíamos discutido y la relación estaba a punto de romperse 

Pidió perdón por haber sacado el tema y yo le dije que no era culpa suya si mi chica y yo habíamos discutido

Compre el pan y me fui a casa

Dos días después volví a ir a por pan más o menos a la misma hora y todo bien hasta que me pregunto qué tal estaban las cosas con mi chica, yo estaba harto de que la gente me preguntara por eso y aunque estaba todo bien otra vez, tanto mi chica como yo habíamos decidido decir que habíamos roto para reírnos un poco, así es que se lo dije a la de la tienda. Dijo que qué pena porque hacíamos muy buena pareja y... Entonces se acercó más a mi y me dijo que eso tuviera tranquilo porque seguro que pronto encontraba chica nueva.

Yo aunque por dentro me estaba riendo mucho no sabía que pensar por qué por un momento la vi receptiva. Como estaba paralizado como atontado me dio beso beso corto en la boca al que no reaccione porque no lo esperaba, pero parecía que ya habían pasado los diez años que ella decía que su concha iba a estar cerrada, porque bajo sus manos a mi bragueta y busco mi verga para jalarla y llevársela a la boca, se notaba que estaba falta de rabo porque lo admiraba y no quería desaprovechar ni un milímetro

Yo me contente con sus pechos que eran de un tamaño mayor que los de mi chica y se conservaban muy firmes aún y con unos pezones gordos y muy duros con los que conseguí que tuviera un orgasmo chupándolos y lamiéndolos.

Los dos nos habíamos venido y ese día no fuimos a más, pensando que lo de coger sería para otro día

Y así estaba yo con una novia con la que decía que había cortado pero era mentira y con una mujer con la que andaba cogiendo pero que nadie podía saber nada