Qué tonta estoy o qué bien me hago la tonta. Avise a mi amigo Yeray porque se me había roto la bici y como él es un manitas pensé que me iba a solucionar el problema.
Mi bici quedó como nueva muy poco tiempo y yo en muestra de agradecimiento, de broma le dije que cuando le debía, se quedó pensando un poco y dijo:
No estaría mal una mamadita
Y como él siempre está con las bromas no sabía que pensar, puede que hasta me apeteciera comérsela pero podíamos andar en arenas movedizas porque como he dicho a él le gustaban mucho las bromas y si yo me muestro dispuesta a chuparle la polla, puede parecer que soy una cerda o incluso que él no quiera y adiós a nuestra amistad
Lo invite a comer y beber algo y cuando yo creía que se iba a ir, dijo:
Y lo mío que ?
Estaba nerviosa y no sabía que hacer, pero como todo trabajo tiene su precio, me acerqué a él y lo besé en la boca mientras buscaba su polla que estaba flácida
Se tumbó boca arriba y yo me arrodillé para poder hacer bien mi trabajo, su cosa se animó al ver la situación y aunque todavía no la tenía dura, para lo que yo iba a hacer no era necesario
No lo pensé mucho y me la metí en la boca, no me importaba lo que pudiera pensar el ni lo que pudiera decir la gente.
Se la sujetaba con una mano y no dejaba de chupar de arriba a abajo esa verga y especialmente la punta, de vez en cuando lo miraba y por la expresión de sus ojos lo estaba pasando muy bien.
Perdí la noción del tiempo no sé si fueron cinco o veinte minutos los que estuve chupando ese aterciopelado garrote hasta que terminó en mi boca.
Me supo bien rico y a él también.
Para cualquier problema ya sabía a qu
ién tenía que llamar
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