Me gusta experimentar

 Hola soy yo, una chica normal creo de veintitrés años, a la que no le gusta perder el tiempo y ahora que no tengo pareja, pues ya podéis imaginar, ji ji ji ji ji. mi última locura fue hacérmelo con cinco tíos, quería cinco pollas, para mi coño, para mi culo, para mi boca y dos para mis manos.

Lo había planeado todo, lo haríamos en mi piso y por lo de los tíos no había problema porque tenía varios amigos con los que serían fácil de convencer, además que no conozco ningún tío que no quiera follar.

No sería la primera vez que me acostaba con algunos de ellos y pensando como distribuiría sus rabos, me pajeaba cada vez que me ponía cachondo. Los fui convenciendo uno a uno acordando el día, todo parecía ir muy bien, hasta que se enteraron que íbamos a ser seis personas, cinco rabos para mí sola.

Poco a poco se fueron echando atrás, supongo que por qué no les apetecía ver tanto rabo y tener que meterla donde otro ya se había corrido o yo que sé.

Solo dos seguían queriendo hacer algo conmigo y para no arruinar mis planes del todo, creí que si no tenía cinco pollas para mi, tendría dos que podían entrar por diversos sitios. 

Fue un martes por la tarde, llegaron juntos a mi piso y como los tres sabíamos por qué estábamos allí y aunque los planes habían cambiado, pero bueno para empezar y después de haberlos pajeado a los dos, les pedí que me lo hicieran en la lavadora centrifugando, flipaban porque nunca lo habían hecho así y además ver mis tetas vibrar y escucharme jadear hizo que el que todavía no me la estaba metiendo se pusiera muy muy cachondo, el primero me dejó un río de leche en el coño.

El otro después me comió muy rico el pecho, saboreando muy bien mis pezones que estaban durísimos y apretando un poco los pechos, me puso muy cachonda y no le pude negar mi culo, puesta a cuatro patas me la metió despacio y haciéndose un hueco, mientras yo se la chupaba al otro al ritmo de los empellones en mi culo de el otro. Tuve momentos en los que no se coordinaban demasiado bien y con algún golpe de cadera del que me estaba dando por el culo casi me atraganto.

No todo estuvo muy bien, nos corrimos los tres y después repetimos cambiando de posición, cuando nos dimos cuenta se nos había hecho muy tarde y aunque estábamos muy lo dejamos, lo aplazamos para otro día, que no dejo de pensar en todo lo que vamos a hacer