Mamota nueva, como ya dije desde que que mi chica corto conmigo, he recurrido seriamente a lo que no me había fallado nunca: las muy maduras.
Son siempre más cariñosas, incluso alguna me ha dado una gratificación económica, sabes que siempre van a querer verga porque es para lo que acuerdan las citas, generalmente tienen pechos muy grandes, que es mi punto débil y sobre todo no exigen fidelidad.
Su nombre Gloria, edad madura no digo la edad porque es feo hablar de los años de una mujer, cara linda y dos buenos pechos.
Esta vez en lugar de ir a su casa quedamos en mi piso, porque estaban pintando en su casa y ella tenía muchas ganas de coger fuera de su casa, hacer picardías.
Vino inquieta por si algún conocido la veía, paso rápido y le ofrecí un te para que se relajara mientras lo tomaba.
Pero apenas dio dos tragos y se vino hacia mí insinuándose buscándome.
Aunque no me atraía mucho, ya sabéis que no me controlo cuando veo dos buenas tetas y pues me lancé a masajearlas , notó que me gustaban y empezó a buscar mi polla.
Estaba algo pasada de peso pero también me gusta jugar con esas grasotas.
Se desnudo y yo también, ya tenía sus pechos sin nada y podía empezar a saborear esos pezones gordos mientras ella jugaba con mi verga.
Paramos un poco y fuimos a una cama donde la tumbé y empecé a buscar entre sus piernas con mis labios y mis manos dándole calorcito, ella me buscaba verga.
De pie y apoyada empecé a metérsela hasta que me iba a venir y me pidió que terminara en su boca.
Cambiamos de posición y me la comió como pocas veces me la han comido hasta el final y se tragó todo todo todo todo todo todo.
Ahora es una de mis favoritas.
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