Yo rondaba los cuarenta y cinco estaba enfadada con el mundo en general y por hacer algo me apunté al coro parroquial por distraerme y salir un poco de casas y conocer gente nueva en el coro éramos siete personas cuatro señoras ya de edad avanzada casi ninguna tenía que cumplir los 65 y 3 hombres dos de ellos de edad similar y otro que era más de mi edad y tenía buen aspecto pero de lejos porque tenía una halitosis que te podía matar
Total que una aventurilla con mis compañeros de coro estaba descartada d porque aunque los mayores eran lo que se dicen un zorro plateado en la distancia estaban algo pasado y no se separaban de su pastillero vamos que no pensaba jugarme su vida en un calentón
Llegó el verano y el barroco se fue quince días de vacaciones nos enviaron un sacerdote recién salido del seminario qué aunque solo iba a estar quince días no tardó casi nada en conocernos y adaptarse a la parroquia
Era era un chico agradable simpático el deportista qué pasó a ser mi siguiente objetivo difícil muy difícil eso de tirarte a un cura recién salido del seminario
Iban a la iglesia frecuentemente para confesar repasar las canciones del coro o para cualquier tontería necesitaba estar cerca de el me hacía sentir bien y me ponía cachonda e imaginar que me lo hacía en la sacristía
Un día fui a confesar a última hora cuando sabía que no quedaría gente en la iglesia llevaba puesta y una chaqueta y una falda sin nada debajo cuando acabe de confesar le ayude a cerrar y nos fuimos paseando aproveche que pasábamos por un callejón y le di un beso él se quedó paralizado y como no actuaba separe mis labios de los suyos y con mi lengua los recorrí momentos en el que él reaccionó también con su lengua y nos y besamos fuerte y húmedo
Me dijo que que hacía que eso estaba prohibido para él entonces me quité la chaqueta y dejé libres mis tetitas de grandes pezones le cogí una mano y la puse en una teta mientras le besaba de nuevo
Supongo que por instinto animal o carna al poco tiempo puso su otra mano en mi otra teta y empezamos a acercar más nuestro cuerpos paramos y volvimos a la iglesia donde nadie pudieran vernos
Me dijo que lo que había pasado no podía ser que no se podía repetir qué aparte de ser sacerdote y feligresa el podía ser mi hijo y que eso no estaba bien porque yo estaba casada y el era un hombre de Dios
Le dije que hasta San Pedro tuvo fallos cuando negó a Jesús y mi marido me era infiel con la tele
Río un poco y me dijo que era una cosa muy fea hacer eso
Le dije que pecadores arrepentidos quieren el señor que no había venido a buscar a justo sino a pecadores
Me dijo que él también conoce la Biblia
Me reí y le dije que si no le había gustado el tacto de mis pechos o de mi lengua y se puso muy rojo
Le di abrazo y mordí su oreja a la vez que buscaban entre sus piernas me arrodille y desabroché su bragueta tenía una herramienta considerable teniendo en cuenta que un cura solo la usa para mear
Se corrió pronto muy pronto
Después le propuse que me la metiera y como estaba atontado mirando mis pechos volvió a poner dura y me dijo que sería su primera y última vez en hacerlo
Como veía que no tenía idea de cómo hacerlo después de que me comieran las teta y a ver investigado entre mis piernas lo tumbé y me puse encima pasando los labios de mi vagina sobre su pene una y otra vez hasta que la tuvo dura para poder cabalgarlo estando de espaldas para que pudieran agarrar mis pechos y luego de cara para que dieran como se movían y mientras cabalgaban su pene
Quería que quedara contento en su única vez
No hay comentarios:
Publicar un comentario