Desde luego eso de los jugadores de baloncesto de la NBA es una utopía para mí, pero bueno ha hecho que me rodee de aficionados al basket que flipan con la NBA y demás chorradas asociadas. Quedábamos para ver partidos, para comentar fichajes, para planear algún viaje a Estados Unidos para ver algún partido y también quedabamos para ver partidos de la ACB aquí en España.
Cómo se dice el roce hace el cariño y como yo no tenía pareja, empecé a quedar de forma más especial, por decirlo de alguna manera, con un chico también muy aficionado al baloncesto que era bastante majo y vale que no era muy guapo pero tampoco feo y no estaba mal de cuerpo.
Al principio no hacíamos más que quedar para tomar unas cervezas viendo algún partido de basket, tipo amigos que después de currar van a tomar algo para desconectar.
Pero llegó el día qué quizás para integrarnos con los amigos que estaban en pareja o quizás porque teníamos un calentón y era una pena desperdiciar nuestros cuerpos, nos empezamos a enrollar sin pensar en lo que hacíamos y nos daba igual lo que los demás pudieran pensar.
La primera vez no hicimos más que meternos mano y besarnos bastante rato, con el paso del tiempo, éramos como una pareja más pero sin ser pareja, follábamos todo lo que podíamos pero no teníamos el compromiso ni las broncas de los demás, solo lo pasábamos muy bien sin ataduras.
Aunque nunca nos había gustado la palabra, éramos follamigos y siempre que podíamos, follábamos como animales porque no teníamos obligaciones ni celos ni nada de eso solo. Un día que estaba lloviendo quedamos para ver un partido de la NBA a las 2 de la madrugada en mi piso, no era la primera vez que habíamos hecho eso. Tonteamos un poco y como cada uno apoyaba a un equipo, cada vez que su equipo o mi equipo metía canasta el otro se quitaba una prenda de ropa.
Pasado un tiempo los dos estábamos en pelotas y claro había que cambiar de cosa que teníamos que hacer, elegimos masturbar al otro, primero manualmente y luego oral.
La verdad es que estuvo muy bien pero se nos hizo un poco largo el partido. Para remate, no nos íbamos a quedar a medias, nos pusimos a follar, primero me puse a cuatro patas y dejé que me la metiera primero despacito y suave y luego rápido y alternando mi vagina y mi culo, dónde se corrió.
Cómo no teníamos prisa, luego fui yo la que se puso encima y lo monte como una loca.
Está mucho mejor de lo que pensaba esto de ser aficionada a los deportes.
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