Era viernes y con con la satisfacción de haber cumplido mi función, stalie a tomar algo y dar una vuelta con una cara de felicidad, como cuando ves a alguien sonriendo continuamente y piensas mira a ese gilipollas qué cara de tonto tiene. Ese era yo aquel día, estaba feliz contento y relajado porque había resuelto y cumplido mi tarea complicada en el curro.
Fui a uno de los pubs a los que iba con mis amigos antes de que se casaran, yo seguía soltero, la verdad es que no conocía a mucha gente allí pero me daba igual yo solo quería salir tomar alguna copa y bailar, quitarme todo el estrés del trabajo y divertirme.
Aunque la mayoría de la gente era muy joven, había un par de grupos de amigas ya de cuarenta y tantos. Como me sentía más identificado con ellas que con las chicas de veintitantos, me pedí una copa y me fui aproximando a ellas.
Estaba claro que no íbamos a perder el tiempo con tonterías y intenté establecer conversación con ellas, no pensaba en sexo, solo pasarlo bien hablando con ellas... De ellas una me contó que hacía un mes que se había divorciado y que aunque nos odiaba un poco todos los hombres, tenía sus necesidades. Yo le seguí un poco el rollo, sin intención de nada más que hablar, diciéndole que casi estábamos igual porque mi ex había sido una auténtica zorra conmigo.
Salimos riendo mucho del pub, se despidió de sus amigas porque ella vivía al lado, yo me quedé con la misma cara de tonto que antes viendo como se despedían y después me despedí de la divorciada.
El domingo por la tarde me animé a mandar un WhatsApp a la chica del viernes. El lunes por la mañana recibí un WhatsApp de ella diciendo que quién era yo? Que no recordaba haberme dado su número.
Me bloqueé pero como ni buscaba nada ni esperaba nada especial de ella no le di importancia.
Esa noche me envió otro WhatsApp disculpándose por la broma de antes, que ya me había dicho que nos odiaba a todos un poco y era un daño colateral por conocerme.
Al día siguiente contesté su WhatsApp y le dije que qué graciosa era... Me dijo que le había gustado bastante conocerme y que podíamos quedar algún día a tomar algo solos. No sé por qué pero le dije que si le parecía bien en mi casa no había nadie.
Dijo que yo iba demasiado rápido, que prefería tomar algo solos en un bar no ir a casa de un desconocido a lo loco. Le dije que no era un desconocido por qué en el rato que estuvimos en él pub bebiendo ya le había contado más de la mitad de mi vida, pero que si lo prefería que dábamos en un café.
Así lo hicimos fuimos a tomar café y continuamos hablando de todo y de nada. Ya nos conocíamos!!! Lo siguiente fue que me invitó a su casa a cenar. Tras pensarlo un poco escogí una botella de vino y una caja de bombones para llevar, me dijo que no hacía falta que hubiera llevado nada, aunque más tarde me confesó que si no hubiera llevado nada se habría inventado cualquier historia para suspender la cena.
Había preparado un poco de picoteo que mientras hablabamos nos fuimos comiendo y bueno pasado un poco tiempo me dijo que ella no invitaba a su casa ah hombres así como así. No sé si intérprete bien su comentario pero algo me decía que iba a ser una noche especial.
Dijo que no había preparado cena, solo el picoteo y le dije que si me estaba invitando a irme, se rió y dijo que eso dependía de mí que yo eligiera si me quedaba o me iba, al tiempo que se acariciaba las tetas, me quedé tonto y dije que no convenía comer mucho antes de trabajar. La cosa pintaba muy bien, después de un día cojonudo en el trabajo salía ligaba y la noche pintaba muy muy bien.
Nos besamos con vicio, no podía haber amor, solo sexo y excitación y nos dejamos llevar, tanto ella como yo desplegamos nuestras mejores dotes sexuales, lamiéndonos todo el cuerpo especialmente retardándonos en las zonas erógenas: cuello pecho pezones y por supuesto pubis labios vaginales clítoris y ano. Masajear sus pechos jugando con sus pezones erectos y mis pulgares y luego pasaron a jugar mis dedos primero entrando y saliendo de su concha y después de su culo.
Ella jalaba mi verga frenética hasta que consiguió que me viniera para lo que también me la chupo un poquito.
Por último fuimos a su dormitorio y me dijo que mañana quería tener motivos de sobra para lavar las sábanas... de forma que estuvimos cogiendo todo lo que quedaba de noche. Y vale que se: de cambio una de cuarenta por dos de 20 años, pero yo lo cambiaría en este caso por qué esta mujer era mucho mejor que dos de 20 años su experiencia y manejo no tenían comparación
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