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jueves, 20 de julio de 2023

Historia de un amigo

 Sodomizando la japonesita

Si hay algún tipo de mujer que me gusta son las asiáticas, especialmente las japonesas, tengo una especie de fetiche por ellas, y es que son demasiado ricas, son bastante tranquilas y sumisas, su cuerpo a pesar de no ser 90, 60,90 es bastante suave y lindo, su vagina siempre es deliciosa, usan crema o láser no sé, pero siempre están totalmente depiladas y huelen rico y la personalidad de ellas, son muy respetuosas y amables yo no creo que sea algo raro, he estado con unas diez y siempre es igual, diría que las japonesas son un manjar, se pierden de mucho los otakus que se pajean imaginando una.


La chica de este relato la conocí por medio de otra japonesa que mencionaré en un relato aparte, estaba en la cama con esta última chica que mencioné y le dije que me presentara alguna amiga de las que viven con ella, lo dije por decirlo, no esperando nada, sin embargo abrió su instagram, mostró un perfil y me dijo, ella vive conmigo, puedes escribirle si quieres, a pesar de que en las fotos no se veía ninguna cara, era fotos de espalda, o de comida no me importó y no perdí tiempo, saqué mi celular la busqué y le envié un mensaje, le hablé en japones, que es muy básico pero sirve para dar una buena sorpresa, envié un audio presentándome, diciendo que era amigo de su amiga.


Unas horas después ya estando solo me respondió, se rió, me dijo “soo cute” o sea, muy lindo, refiriéndose a mi audio y un “nice to meet you” y empezó el juego, era el 25 de febrero de este año, empecé conversando de una forma normal, qué tal tu día, qué harás hoy, tonterías así, generalmente no pierdo tiempo chateando sino que me gusta conocerlas en personas inmediatamente, he notado que a las mujeres también les gusta esta actitud. Le dije que quería conocerla a lo que dijo que sí, y cuadramos para el viernes tres de marzo, mientras seguíamos chateando, en algún momento me envió un emoji de beso, y le dije que no me gustaban esos emojis, que solo recibía besos pero en persona, se rió y desde allí mejoró la conversa pero no fue una conversa caliente, solo le preguntaba si era buena besando, cosas así. El miércoles primero de marzo entré al instagram y vi que había puesto un estado, era la foto de un puente que queda cerca de mi casa, así que le pregunté si podía ir por el beso, a lo que río y dijo, si quieres, no perdí oportunidad y salí de casa inmediatamente, eran unos 10 minutos de camino, mientras caminaba chateaba con ella, me decía que estaba con una amiga a lo que no le di importancia, sobre todo por que la amiga también es japonesa, acercarme a dos mujeres me puede resultar un poco intimidante a veces pero no es el caso con japonesas. 

Ya estaba cerca de encontrarme con ella, es un puente grande peatonal, hay varios lugares para sentarse y una buena vista de la ciudad y el mar, esto es en Sydney, era de noche, tal vez las 8 pm y el piso estaba mojado pues hacia no mucho había estado brisando y parecía que llovería más. 

Me acerqué a las dos chicas, la chica con la que había estado hablando se llama Shizuka, es bajita, tal vez 155 cm, tiene como 21 años, su cuerpo delgado, pero no tanto, a pesar de ser asiática que generalmente no resalta nada mientras tenga la ropa puesta su ropa era apretada y podía ya imaginar esos senos ricos que podría chuparlos ahí mismo. 

De la otra chica recuerdo que estaba muy bonita, tiempo después le pedí a Shizuka el número de ella pero se negó a dármelo, cambiamos un par de palabras y ella se fue para dejarnos solos. 


Ya estando solo con Shizuka le dije que camináramos un poco en el puente, pero era solo para abrazarla, nos acercamos al lado del puente a mirar el agua y empecé a abrazarla, la noté un poco nerviosa así que empecé a preguntarle tonterías para que entrara en confianza, luego empecé a besarla, me tomé mi tiempo dándole un buen beso largo mientras le acariciaba la cara y el cuello y entonces empecé a tocarle los senos por encima, para ese momento yo ya estaba a mil, y agarré su mano y se la puse sobre mi verga y le gustaba, me la apretaba mientras me besaba con más ganas, le dije que fuéramos a mi apartamento a lo que aceptó, el camino se hizo eterno, hablamos poco en el recorrido, finalmente llegamos al edificio, ascensor al piso 13 y directamente a mi cuarto, allí la acosté en la cama, me hice encima de ella y empecé a besarla mientras la iba tallando y moviéndome, me gusta empezar besando suave mientras le toco la cara, luego empiezo a ponerme más agresivo con mi lengua y empiezo a tocarle los senos y las nalgas por encima de la ropa, lo siguiente fue empezar a besarse el cuello, ambos lados, cerca del odio e ir bajando, le escuché un par de gemidos y supe que ya sería mía todita, le quité la blusa y el brasier y quedó al aire sus hermosos senos, eran de un tamaño medio, su piel bastante blanca y los pezones de un color claro, casi rosaditos, empecé a chuparlos, morderlos suave, cambiada de un lado al otro, mientras chupaba uno acariciaba el otro y entonces decidí seguir bajando con mi lengua suavecito, paré en su ombligo mientras le desabrochaba el pantalón y le sacaba también el calzón que ya estaba pegado a su vagina de lo mojada que estaba, quedó totalmente desnudita, seguí bajando con mi lengua, pasé por su abdomen y pasé de largo, quería dejar lo mejor para el final, bajé por su pierna hasta llegar a sus pies, le vi varios besitos y entonces cambié al otro pie y empecé a subir, ella seguía acostada disfrutando, yo le levantaba los pies mientras se los besaba, seguí bajando, pasó por su rodilla, llegué a los muslos y finalmente a su vagina que estaba calientita, le pegué el primer lenguetazo y me supo muy rico, su vagina estaba totalmente depilada, me pegué como ternero hambriento, mordía succionaba, movía mi lengua en todas las direcciones y mientras con mis manos le agarraba los senos y regresaba a las piernas y las nalgas, luego empecé a bajar más hasta que fue la agarré de los muslos y la levante y empecé a lamer desde el ano hasta la vagina, no sé cuánto tiempo estuve en esas pero paré porque ya no sentía la lengua, me dolía, estaba como entumida, le busqué la boca, unos besitos más y di la vuelta junto con ella de tal forma que ella quedara arriba de mí, no tuve que decirle nada, ella inmediatamente me agarró el pene mientras me besaba y empezó a bajar, para ese momento ya lo tenía bien duro y baboso, sentir sus labios húmedos y calientes al rededor de mi verga me tenía loco, no pasó mucho tiempo para que yo sintiera la necesidad de penetrarla, busqué un condón y rápidamente me lo puse, volvimos a cambiar de tal forma que yo quedara sobre ella, era bastante apretadita, entré suavecito, sentía como me clavaba las uñas en la espalda y su respiración era agitada, después de un momento entrando y sacando suavecito, logró entrar todo y me acomodé mejor acostándome sobre ella, continúo el mete y saca y le agarré las piernas y se las levanté hasta ponerlas en mi hombros, me he dado cuenta que las mujeres disfrutan esta posición y en mi caso la encuentro comoda también, con una mano me apoyaba en la cama mientras puedo besarla y con la otra mano le apreto el cuello, también puedo usar ambas manos y agarrarle los hombros y sacudirla a ella al ritmo que voy metiendo y sacando, le gustaba bastante y la cama hace bastante ruido pero poco me importa que mis compañeros del apartamento se den cuenta, en el cuarto de al lado hay una mujer y en lugar de darme pena de cierta forma me genera morbo, me gusta imaginar que ella ha escuchado cosas y se ha masturbado en ese momento, sé que en algún momento la haré mía. 

 Continuando con la japonesita, hicimos unas cuantas posiciones más pero no fue hasta que la puse en cuatro que se me ocurrió darle también por el ano. Si algo he aprendido es que eso no se pregunta o se pide, pues generalmente van a decir que no, sin dejar de darle agarre otro condón lo abrí y me lo puse en el dedo pues no me gusta untarme de caca, agarré el lubricante y le eché al rededor de su ano, este es el momento crítico pues lo siguiente es empezar a tocarle la entrada del ano, en este punto una mujer puede inmediatamente decirte que no pero como no has entrado no pasa nada, te disculpas y lo aceptas, como ya me ha pasado pero aquí no fue el caso, así que me decidí y metí un dedo, no dijo nada, yo seguía con las embestidas y ahora se sumaba mi dedo, luego agregué dos dedos y finalmente tres, no paraba de penetrarla por la vagina mientras por el ano le metía los tres dedos, una vez los tres dedos entran fácil ya está lista para recibir el cabezón, eché un poco más de lubricante y empecé a meterle el pene por el ano, la diferencia entre penetrar a una mujer por la vagina o por el ano es más como algo mental, es el morbo de saber que le estás dando por ahí, una ves giras la mujer al posición del misionero la diferencia física de porque lado de estás dando es poca, pero sabes que le estás dando por el ano y eso genera cierto morbo, en esta posición después de un buen rato y estar juagados en sudor no pude contenerme más y terminé, aunque dentro del condón, me hubiese gustado quitarme el condón y llenarle el culo de semen pero ya de por si estaba bastante satisfecho. Esa noche dormimos abrazados, terminé tan cansado que rápidamente me dormí y al otro día me levanté tarde y tuve que salir corriendo para el trabajo no teniendo tiempo para el sagrado mañanero..

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