otra mamita

Otra mamita, tiempo después de que había cogido con una mamita y que resultara muy placentero, no sé si se había corrido el rumor de que había un joven que hacía un buen servicio, entre un grupo de mamitas.

El caso es que me llegó un WhatsApp de un número desconocido con una foto de una y mujer bastante maduras en lencería y con un mensaje que ponía : te espero

Me extrañe mucho pero pensé que whatsapps por error todos hemos enviado y recibido alguna vez y no le di más importancia que un buen rato después mandarle un WhatsApp diciéndole que se debía haber equivocado al enviarme ese whatsapp a mí

Tardó un poco en contestar y me dijo que podría hacerse la tonta diciendo que se había equivocado pero que sabía que yo ya había estado con señoras maduras y que lo podíamos pasar muy bien

La verdad es que tenía muy buen pecho y después de todo todos los culos son iguales

Hicimos unas videollamadas que a los dos nos calentaron mucho y decidimos quedar la tarde siguiente para conocernos en un café pero después de vernos dejamos a medias el café que habíamos pedido y me invitó a ir a su casa. Era divorciada y vivía sola, yo no podía dejar de mirar sus pechos, ya sé que soy muy tonto o muy básico pero unos pechos gordos me dominen. Ella sabía del poder de sus pechos disfrutaba luciendolos aún con ropa .

Me invitó a pasar a su cuarto y empezó a quitarse prendas, primero una chaqueta después se bajó el pantalón luego empezó a desabrochar la camisa y quedó en ropa interior, un conjunto negro muy muy sexy

Los pechos parecían que querían escapar y pronto los liberó, era grandes y de areolas grandes también aunque los pezones eran normales casi pequeños

Esté bajo la parte de abajo también y tenía una concha bastante peluda, algo que a mí mi al contrario de muchos amigos me gusta para jugar con el pelito

Y cómo un perro que acude a la comida fui directo a jugar con su vulva sus pelillos él clítoris come mi boca y mi lengua mientras mis manos andaban amasando sus pechos

Al poco dijo que ahora me tocaba a mí enseñar lo que escondía. Me bajo el pantalón y mi rabo estaba duro lo sujeto un poco y se lo llevó a la boca para dar una buena chupada, mis manos habían abandonado sus pechos y estaban jugando en su concha entrando y saliendo tres dedos y el pulgar acariciando el clítoris.

Sabía chupar muy bien y consiguió que me viniera antes que ella pero yo insistí en frotar toda su vulva y también se vino

Luego me quiso cabalgar y ya sabéis lo sensible que soy con ver los pechos bailar delante de mí y no tarde demasiado en volver a venirme

Le dije que cambiáramos y la puse a cuatro patas y ahí sí que pude controlar muy bien el momento en que me iba a venir después de contar dos formas de ella que me regalaron la verga de sus jugos antes de que yo le volviera a llenar de leche la panocha

Por esos tiempos yo tenía no novia solo éramos amigos íntimos decía ella. Ni a la mamita ni a mí nos interesaba que se supieran lo que había pasado y continuamos viéndonos casi a escondidas durante seis meses más y yo no he borrado su número por si tuviéramos necesidad