No voy a presumir de pene, pero un día que fui de visita a ver a mis primos, fui al baño para ya podéis imaginar que y cuando me estaba subiendo el pantalón y colocando mi cosita dentro, mi tía paso de forma rápida y después de disculparse y no dejar de mirar mi aparato, se puso un poco alterada yo salí del baño y ahí quedó todo, creía yo.
Mi tía tiene una edad indeterminada, yo le calculo unos 50 y tantos, en este tiempo no tenía pareja, porque el que era su marido la había dejado.
Yo tenía veinti seis años y obvio que estaba muy potente en lo que a a actividad de cintura para abajo.
Después de lo del baño, mi mente se puso a fantasear con si le habría gustado a mi tía ver mi verga y a la vez pensé en sus pechos que aunque ya algo caídos, eran divinos.
No pude dejar de pensar en cómo sería hacerlo con ella y aunque no al máximo mi verga estuvo toda la tarde un poco gorda. Mientras todos estábamos jugando a las cartas, de nuevo tuve que ir al baño y mi tía vino tras de mí.
Que esconde mi sobrino ahi ? Dijo
Yo había fantaseado con ella y ella parecía que también quería probarme.
Me la saque y mirándomela no tardó en sujetarla y empezar el movimiento de una baja
Y viendo que yo no acababa de animarme me afgarró una mano y la puso en sus pechos, yo le desabroche un poco la camisa para poder tocar bien sus pechos que ya tenían los pezones un poco duros. Terminó la paja y como había parecido muy rápido todo, siguió jugando con mi cosita y empezó a chupar a pasar su lengua de arriba a abajo y hacer trabajo especial en la punta de mi verga hasta que no aguante más y me vine en su boca
Un poco se escurría entre sus labios pero su lengua lo atrapó todo y lo trago.
De momento es un secreto que tenemos y no sé ella pero a mí me gustaría repetir algo con ella
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