Lo más normal es salir a tomar algo con las amigas y bailar un poco, se rechaza a los típicos babosos que se acercan pensando que van a tener algo con nosotras
Con la excusa de que que han puesto un tema que nos encanta nos vamos a la pista a bailar o al baño o a buscar una amiga...
No es que sea borde, es que no me vale cualquier
Un día más salimos y hubo un chico que llamó un poco mi atención, no sé si porque hizo un comentario negativo de mis uñas o por qué no era el típico pesado, más bien pasaba de mí.
Estuvimos hablando en grupo y volvió a ganarse mi enemistad al comentar que con las uñas como las tenía no se podía hacer nada y que era uno tontería gorda
A parte de eso era un tío con el que se podía hablar de cualquier cosa y bastante ameno, en principio era una compañía muy agradable y como consecuencia de eso y de qué había vuelto a beber un poco de más, me llevo a su casa.
Para que viese que mis uñas podían ser muy útiles, después de que se quitase la camisa y que me pusiera a comer su verga, cuando no le faltaba mucho para venirse tracé surcos en su abdomen para evitar que se viniera. Me comió los pechos y la panocha al ritmo que mis uñas marcaban en su espalda. Me vine y luego me tumbé boca arriba para que me cogiera de rodillas.
Se vino me vine y acabe lo que había empezado a hacer, esa comida de verga que mis uñas habían interrumpido
No hay comentarios:
Publicar un comentario