Prendado

 No tenía por qué pasar, pero desde que la vi por primera vez me quedé prendado de esa chica

No tenía nada demasiado llamativo como unos pechos grandes o un culo de escándalo, pero supongo que todo en ella en su conjunto la hacía especial y que atraese mi interés

La empecé a seguir con disimulo para enterarme de todo lo posible sobre ella y casi me desanimo cuando me entero de que estaba casada, pero creo que por mantener la ilusión de verla continúe siguiendola un tiempo y obtuve mi premio: su marido se iba a ir dos meses de viaje a ver a su familia.

TENÍA DOS MESES PARA PROBAR SUERTE CON ELLA!!!

Ya conocía casi todo de ella: las tiendas donde solía comprar los centros de belleza que de vez en cuando visitaba los cines a los que iba los parques a los que iba a caminar...

Aunque yo no solía ir a caminar porque lo consideraba una pérdida de tiempo, me preparé una ropa adecuada y salí en su búsqueda

El primer día que coincidimos caminando me acerqué a ella para hacer más ameno el paseo con la conversación, en principio no estaba interesada en hablar con nadie porque llevaba unos cascos para escuchar música y yo tuve que fingir que me había dado un tirón y caer al suelo para llamar su atención

Le di las gracias por su ayuda y ya sin cascos pudimos hablar un poco de nada en concreto de sí sí éramos pronadores o supinadores y otros rollos de deportistas.

Me había ganado su confianza y para empatizar más con ella le dije que salía a correr para despejar mi cabeza desde que mi chica me había dejado

Hacía unos veinte días que su marido se había ido, ella me había contado algo de eso después de que yo le hubiese contado lo de mi chica. Creo que había conseguido que me viese débil después de lo de mi chica y sumado a que ella ya tendría ganas de hombre, me invitó a su casa donde tomando un refresco me volvió a relatar lo de su marido, que lo echaba mucho de menos y tenía muchas ganas de que volviese, me acerqué a ella para abrazarla y consolarla y estando así, prendado de sus labios gorditos no pude evitar besarlos, quedando paralizados los dos por un momento le pedí disculpas y aunque con cara de enfado, me dijo que qué había hecho que ella era una mujer casada y eso no era correcto.

Me fui pidiendo perdón y no la volví a ver por el parque corriendo en una semana.

Yo pensaba que ya seguro que no la volvían a ver, pero un lunes por la tarde allí estaba ella haciendo estiramientos antes de correr y con sus cascos para la música, me vio se quitó los cascos y vino hacia mí, yo no sabía que hacer o como iba a reaccionar ella conmigo, solo la saludo y esperé cualquier tipo de reacción negativa por su parte, pero al contrario de lo que yo esperaba me volvió a invitar a su casa

Yo estaba completamente perdido por el miedo a volver a meter la pata con ella. Hablamos de tonterías hasta que me dijo que el besito del otro día le había gustado mucho y aunque ella era muy fiel a su marido también tenía sus necesidades y que esté yo no decía nada a nadie, podíamos entendernos y me devolvió el beso ahora ya con lenguas jugando.

Yo había ido sin ninguna pretensión pero me había calentado mucho ese beso y dimos rienda suelta a nuestros cuerpos, a besarnos como locos y palpar nuestro cuerpos con ansiedad

Me entrego sus pechos que saboreé por un tiempo largo mientras ella buscaba entre mis piernas mi verga que ya estaba dura, me hizo una paja y yo busque humedad entre sus piernas, nos entregamos a la pasión, pero cuando íbamos a coger sonó su teléfono y mi verga se vino a abajo y tuvimos que dar por concluido ese encuentro porque nos sentíamos pillados

Después seguimos quedando más veces porque nos sentíamos atraídos y con el tiempo sí nos volvía a pasar lo mismo de que su marido llamase, a mí este me ponía más dura de pensar que me estaba cogiendo a su mujer mientras ella hablaba con él