Al final mi chica se enteró de que me andaba dedicando a follar con dire maduras y muy maduras, se enfadó mucho, aparentemente, luego me di cuenta después de haberle enseñado algunos vídeos de cómo lo hacía con ellas de qué se relajaba porque no eran una amenaza para ella y que a ella no le iba a faltar meneo, incluso algún día cuando salía de casa me decía que tuviera cuidado con mis abuelas por qué tanto movimiento a su edad podía ser peligroso para su salud.
Se podía decir que ya no tenía que esconderme tanto para atender a las manitas, pero cómo es normal tampoco lo iba a ir publicando por todos lados.
Así fue que contacte con otra mamota, quizás no tan mayor ni con tanto pecho, era viuda porque su esposo había tenido un accidente de coche hacía doce años, no había tenido hijos y solo vivía con su perro.
Dada la situación y después de habernos conocido primero por el whatsapp y después en una librería, solo para vernos realmente, no tenía mucho pecho pero sí que tenía muy buena figura, debía de cuidarse bastante.
Dos días después, fui a su casa me invito a cenar y al contrario de la idea que yo llevaba en la cabeza, no quiso sexo, solo compañía, alguien con quien hablar.
Otro día después se volvió a poner en contacto conmigo, me dijo que había pasado la prueba el día de antes, dijo que coger es muy fácil que solo hacía falta tener pene, pero que había comprobado que yo era alguien que también tenía cerebro.
Volví a ir a su casa, también me invito a cenar. Volvimos a hablar de todo y de nada. Se había vestido, le regalé unos cumplidos, me preguntó que si yo era casado o tenía novia, que eso la excitaba mucho pensar que yo le estaba siendo infiel con ella…
Estábamos allí para algo y tardamos muy poco en empezar, me pidió que la desnudara y fue muy fácil y rápido porque llevaba un vestido con cremallera en la espalda y se lo pude quitar fácil mientras la besaba besaba su cuello y apretaban su pechos entre pequeños jadeos. Debajo del vestido solo llevaba braguitas rojas y mi mano izquierda empezó a acariciar allí abajo por encima de las bragas
Viéndola así junto con los jadeos, hizo que se me pusiera un poco dura, me había bajado el pantalón y ella notando que me había engordado y estaba medio dura, me bajo el calzoncillo y se puso a jalarla, diciendo que quería mi leche en su boca.
Lo hacía muy muy bien se la media bien profundo en la garganta y cuando la sacaba un poco usaba muy bien su lengua. Me vine en su boca y me sentí obligado a comer su panocha hasta hacerla venir también en mi boca.
Era una delicia saborear sus jugos entre los pliegues de su concha al tiempo que metia y sacaba dedos de su vagina y su ano, se vino y después de descansar un poquito, me dijo que quería coger, no que la cogieran.
Me pareció muy bien el comentario no me importaba no ser yo el que dirigiera la faena.
Se me puso encima a horcajadas, sujetándose los pechos primero y jugando con ellos, después pasaba mi verga bajo los pliegues de su concha, hasta que volví a tenerla bien dura, cuando casi de golpe de la metió toda y empezó con un movimiento lento pero continuo y acelerando en ocasiones, ver su cara de felicidad, sus pechos bailando libres con los pezones muy erectos y notar los movimientos de su vagina me hizo no tardar mucho en venirme.
Me agradó mucho hacerlo con ella y probablemente no tardemos en repetir
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