Mi amiga Erika no suele tomar bebidas alcohólicas y cuando si toma, se emborracha rápido y necesita ayuda para llegar a casa.
Normalmente no le faltan amigas que la acompañen a casa, pero a veces porque se han ido antes o están con algún chico y hombre, tiene que quedarse en algún local hasta que se le pasa un poco y ya puede ir sola.
Esta vez solo estaba yo porque sus amigas se habían tenido que ir. Estábamos ella y yo y aunque a mí mí me apetecía quedarme más de fiesta, pensé que sería mi buena acción del día a acompañarla a su casa y sí fuera necesario pasar la noche en su sofá, por si le pasaba algo malo.
Por suerte vivía no muy lejos de allí y pudimos hacer el camino andando sin muchos problemas.
Cuando llegamos lo ideal hubiera sido ducharse porque había vomitado dos veces y estaba sucia, pero sus piernas no la sujetaban y dejamos lo de la ducha para mañana.
Le prepare un café con sal para bajarle un poco la borrachera y la ayude a meterse en la cama.
Me dio las gracias y me dijo que para rematar la noche podía follarmela, le dije qué no sabía lo que decía y que se durmiera.
No sé cómo con lo borracha que estaba fue capaz de repetirme que se la metiera y así me pagaba el favor de haberla llevado a casa. No lo veía muy correcto pero a medida que se iba desnudando para no acostarse vestida, no veía tan mal lo coger con ella (se que puedo parecer un cerdo).
Volvió a insistir y no me pude negar más. Estaba desnuda tumbada en la cama con los ojos cerrados y después de que se me puso dura empecé a meterle solo la punta un poco, jadeaba y a mí se me ponía más dura, alargue un poco la situación que me estaba encantando pero ella se quedó dormida y aunque seguía jadeando de vez en cuando, preferí dejar de coger con ella, la tape con las sábanas y una manta.
Me fui al baño y me hice una paja pensando en la chica que había dejado en la cama.
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