Muy gorda para mi culo?

 Había oído hablar de él y de su polla, sobretodo de su polla. 

Me habían avisado de que la tenía grande, pero mis amigas siempre exageran y yo si no lo veo no lo creo.

Por haber estado con otro tío, no lo había podido comprobar.

Después de estar solita otra vez, me animé a conocerlo y comprobar lo que decían de él oh mejor dicho comprobar si su polla era tan grande como decían

Salimos un par de veces al cine, a dar un paseíto y poco más. Nos aburrimos esos días porque tanto él como yo lo que queríamos era otra cosa más caliente. El último día después del paseo me dijo que la próxima vez que quedáramos podíamos ir a casa de un amigo suyo, qué no estaba y vamos a poder estar más cómodos él y yo.

Hice un gesto de duda, aunque en realidad era lo que me apetecía mucho, simulando desgana le dije que ok.

Al día siguiente fuimos al lugar que me había comentado, un pisito en el que a pesar de estar decorado por un chico, no faltaba de nada.

Y ahora que? Ya estamos en el piso de tu amigo y que me quieres enseñar ?

Lo que tú quieras, podemos hacer lo que quieras, la verdad es que me ha comentado alguna amiga que lo tienes gordo, pero mis amigas exageran mucho y no sé si creerlas .

Sí que lo tengo gordo, si quieres lo saco y ya te convences

Pensé que era un chulo y un gilipollas, sí de verdad tenía un rabo gordo, no era mérito suyo eran sus genes.

Se la sacó y mis amigas tenían razón. Me animo a que la tocase y la chupase, pero no quise chupar por el momento. Le hice una paja mientras tocába mis tetitas. Se corrió en mi tripa y ahí fue cuando pensé en chuparsela para dejarlo todo limpio. Apenas me cabía en la boca pero me las apañe para chuparla.

Estaba muy cachonda y cuando parecía que íbamos a follar, me dijo que si hacíamos algo tenía que ser por él culo.

No sabía si quería que me la metiera por el culo, así tan grande, pero estaba muy caliente y si de verdad quería comprobar lo que decían mis amigas, no me quedaba más remedio. 

Uso poco de su leche como lubricante además de los fluidos que salían de mi coño, parecía impensable meter eso por mi ano, me dolía como nunca, aunque lo hacía con delicadeza, supongo que de otras veces ya sabía cómo tenía que proceder.

Cuando tenía el capullo a medio meter parecía que me estaban dilatando con una botella de Coca-Cola de dos litros, notaba hasta las pulsaciones de su rabo y me volvía loca mitad de placer mitad de desesperación.

Paso el capullo y sentí algo de relajación, aunque lo que venía después no era mucho más fino, a medida que me la iba metiendo más, notaba como si me estuvieran desgarrando por dentro, pero ya notaba más excitación y placer del bueno.

El dolor pasó y cada vez lo disfrutaba más, cambiamos de posición a cuatro patas y otra vez boca arriba normal y ya si que lo estaba gozando bien acá diciendo mi coño, aunque me había gustado mucho, no lo volví a hacer con el por qué no quería estar otra vez cagando a chorro por tener culo agrandado