Mi chico y yo practicamos yoga desde hace tiempo y hemos adaptado algún ejercicio que otro, por ejemplo el saludo al sol .
Practicamos un yoga más dinámico, no tan lento y pausado porque creemos que es un yoga para viejitos.
Nuestro saludo al sol consiste en que yo me apoyo da igual si en una cama en una silla o en una mesa, y él desde atrás me la clava una y otra vez.
Este ejercicio para mí supone endurecer los músculos aguantando sus embestidas y para el el esfuerzo de contener su venida lo máximo posible para practicar sexo tántrico.
Al final ni yoga ni nada, sólo es sexo mañanero para empezar bien el día
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